El objetivo de la ingeniería industrial siempre es la búsqueda constante de soluciones de maquinaria para el beneficio del hombre.
Como la finalidad que se persigue cambia de una situación a otra, el modelo productivo también debe adaptarse.
Hoy presentamos mediante este artículo las 3 modalidades de producción industrial más extendidas, y cuál es más beneficiosa en cada caso.
Elige el modelo según las necesidades
Antes de nada, hay que tener en cuenta algunos factores que serán determinantes a la hora de elegir el método. Por ejemplo, influyen variables como la demanda, el material requerido o el presupuesto, entre otros.
Por lo general, estos son los modelos de producción que puede necesitar tu empresa:
1) Producción en serie (o continua). Tiene como base la distribución de tareas, en la que cada trabajador o automatismo industrial se encarga de ejecutar una función concreta. Responde a demandas estables, es eficiente y muy automatizada. En estos casos es necesaria una inversión inicial relativamente alta para fabricar moldes, utillajes y programar la maquinaria.
2) Producción intermitente. Está orientada a la fabricación bajo pedido o por lotes, ya que no asegura un flujo constante de producción. Como norma, se realiza una inversión media en utillajes y maquinaria. A la vez, la fabricación está ligada a una parte manual cualificada llevada a cabo por operarios especializados.
3) Series únicas. Cuando hay un encargo exclusivo (por ejemplo, de prototipos), no merece la pena invertir en grandes moldes o automatizaciones costosas. En lugar de eso, se produce de forma más personalizada. Gracias a tecnologías como la impresión en 3D se consiguen resultados de buena calidad a precios moderados.
¿Cuál de estas modalidades productivas del campo de la ingeniería industrial se adapta mejor a tus necesidades? En Industrias AM llevamos a cabo soluciones a la medida de nuestros clientes.
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