¿Ha escuchado alguna vez el término “retroingeniería”? Esta estrategia sigue el camino inverso al que se usa como base de la ingeniería. Mientras que esta última hace una recolección de datos técnicos a partir de los cuales crea un nuevo diseño de producto, la retroingeniería se vale de manufacturas terminadas.
Pero si el producto ya está creado, ¿cuáles son sus objetivos? Complete la lectura de este artículo para conocer la respuesta.
5 ventajas que aporta la retroingeniería
Más que sustituir el modelo tradicional, el reto de la retroingeniería es mejorarlo o aportar un valor añadido al mismo producto. Por ejemplo, algunos de sus principales logros son los siguientes:
1/ Detección eficaz y rápida de anomalías o fallos que pudieran producirse al realizar pequeñas modificaciones sobre el modelo original.
2/ Simplificación del sistema. En muchas ocasiones existen varios caminos para llegar al mismo fin. La misión de la retroingeniería es encontrar el método más eficiente y sencillo, que a su vez requerirá menos tiempo y recursos.
3/ Rescate de datos perdidos o indocumentados y asegurar que la información está actualizada.
4/ Reproducir nuevos diseños alternativos variando solo alguna de sus funcionalidades, ya que se utiliza como punto de partida el mismo código fuente.
5/ Reducción de los riesgos de mantenimiento y, como consecuencia, también los costes conllevados. ¿Cómo se consigue? Gracias a que se detectan componentes que ya están presentes en otros sistemas y pueden reutilizarse.
Por todos estos beneficios, merece la pena incluir la retroingeniería como método complementario en la mejora de automatismos industriales. En Industrias AM contamos con personal sobradamente capacitado para llevar a cabo este servicio.